La aproximación TRADITOM

Para poder proteger las variedades tradicionales y prevenir su continua sustitución por cultivares modernos más productivos y resistentes pero a menudo menos sabrosos, TRADITOM sigue una aproximación doble:

  1. Identificar y certificar las características sensoriales que hacen que estas variedades tradicionales sean más apetecibles para los consumidores. Tanto en los campos de cultivo como en los repositorios existe una enorme variabilidad genética y fenotípica, pero necesita estar mejor definida y más valorizada. Algunas variedades tradicionales superan a los cultivares modernos en sabor, vida post-cosecha, resistencia a condiciones de estrés salino o hídrico moderado, así como en calidad global.
  2. Superar las ‘debilidades’ de las variedades tradicionales en lo relativo a productividad y resistencia a patógenos mediante técnicas de mejora innovadoras y prácticas de cultivo adecuadas. Estamos convencidos que la aplicación de técnicas de mejora cuidadosas, dirigidas a conservar los atributos únicos de las variedades de tomate tradicional, al tiempo que se mejora la productividad y la resistencia a enfermedades, resultará en un reflorecimiento de estas productos en los mercados Europeos.